Antecedentes Históricos

Discriminación sistemática, abandono e incomunicación total, graves epidemias, naufragios, cementerio de residuos nucleares, violencia lenta, desastre ecológico, hambruna, migración forzada.

Prehistoria

ANTECEDENTES HISTÓRICOS

Antecedentes Históricos

A pesar de la poca calidad de la fotografía, puede apreciarse una piedra trabajada que, según R. Perramón, puede pertenecer a una primitiva cultura prehistórica de la isla. (Foto del año 1963).
Ramón Perramón Restos prehistóricos en Annobón en La Guinea Española del 1 de diciembre de 1963.

Si bien todos los documentos históricos coloniales coinciden en afirmar que la isla de Annobón, en el momento de su descubrimiento por los portugueses, estaba deshabitada y que no se encontró en ella restos de ruinas o indicios de alguna cultura mas antigua, en la década de los años sesenta del siglo XX, investigadores españoles localizaron en la isla piedras grabadas con surcos y agujeros, formando dibujos a veces simétricos. Esto y unas hachas de piedra pulida, situadas en Annobón, hicieron pensar a estos estudiosos en la posibilidad de que la isla hubiera estado poblada, en tiempos prehistóricos, por alguna cultura.

Relato Histórico

La historia del pueblo annobonés, en el territorio ancestral que hoy es oficialmente reconocido como Ambô, Êmbô o Annobón, se remonta al origen de los tiempos, cuando los pueblos originarios africanos -constituidos étnicamente como los Ambô- partieron desde las costas continentales africanas y se trasladaron al territorio insular, al que bautizaron con el mismo nombre de la comunidad: “Ambô” o “Êmbô”.

El sistema de gobierno de los primeros habitantes de Ambô fue el Gôvôndôl d´Ambô que estaba bajo el mandato del Jefe de Estado, elegido de entre sus iguales y sometido al control del Vidjil, como máximo órgano depositario de la soberanía nacional. Este sistema de Gobierno histórico-político annobonés funcionó hasta que, en 1886, fue suplantado, anulado y sustituido por una autoridad foránea que, en nombre de la potencia colonial española, dominó y sometió la población de Annobón.

Una Ley española de 1963 creó el estado de “Guinea Ecuatorial” y dio “la independencia conjunta” a la isla de Annobón como parte de la República de Guinea Ecuatorial, privando -desde entonces hasta hoy- a los y las annoboneses de su capacidad histórica de gobierno de su propio territorio ancestral Ambô o Êmbô.

Así pues, desde 1886, el pueblo annobonés ha perdido el control sobre la tierra que siglos atrás había sido un país independiente. Un Estado que está cerca de la costa africana del océano Atlántico en el hemisferio sur, próximo al ecuador en el Golfo de Guinea, al sur de Santo Tomé y Príncipe y a 335 km de la costa de Gabón (como el lugar continental más cercano). Frente a la desembocadura del río Ogüé (Ogooué), cuyas aguas ejercen influencia en las derivas hacia la isla de Annobón.

Annobón En Guinea Ecuatorial

Desde la salida de los españoles del Golfo de Guinea y la creación e independencia del estado de Guinea Ecuatorial el pais solo ha conocido dos regímenes brutales que han mantenido estrangulada la Isla de Annobón y su población, socavándoles en la miseria, bajo una discriminación sistemática de aislamiento e incomunicación total, sometiéndoles a la hambruna, y convirtiéndolo en un Cementerio particular para el almacenamiento de millones de toneladas de residuos toxicos y basuras nucleares a cambio de millones de dólares para sus bolsillos. Estas políticas de aislamiento siguen causando un desastre ecológico y una migración forzada de los annoboneses a otras partes del mundo

Regimen de Macias Nguema
Graves Epidemias de Cólera y Sarampión

Graves Epidemias de Cólera y Sarampión en 1973 y 1974 respectivamente.

En los años 1973 y 1974, la población annobonesa padeció dos graves epidemias de cólera y de sarampión. El Estado de la República de Guinea Ecuatorial (a manos del Presidente Francisco Macías Nguema) dejó a las y los annoboneses a su suerte, sin ningún tipo de atención médica ni ayuda por parte del gobierno ecuatoguineano. Es más, el buque “Acacio Mañé Elá” -único medio de comunicación anual de la isla con el continente- dejó de llegar.

La epidemia de cólera de 1973 provocó la muerte de más de 400 personas, entre niños, mujeres y hombres, que soportaron unas condiciones sanitarias infrahumanas imposibles de describir. El dictador Francisco Macías impidió que la Cruz Roja pudiera auxiliar a los isleños.

La desgracia continuó cuando en 1974 se añadió una epidemia de sarampión que causó la muerte a más de 500 niños por falta de atención sanitaria. De nuevo, el gobierno ecuatoguineano vetó cualquier tipo de ayuda humanitaria y sanitaria a la población de la isla de Annobón.


Kindjadja – Nuestro grito de Socorro

Kindjadja

Las dos epidemias de cólera y sarampión, en los años 1973 y 1974, dejaron en la isla de Annobón a una población desolada y agónica. Una desesperación que llevó a los hombres de la isla a fijar la mirada hacia el océano en busca de un indicio de solución. El 1975, ocho hombres salieron cargados de documentos, coraje y valor, a bordo del cayuco “Kindjadja”, para encontrar el socorro en las costas africanas y, de paso, lanzar botellas mensajeras en el océano por si algún barco las encontraba y podía ayudarles a difundir sus desesperadas peticiones de ayuda humanitaria y sanitaria para la isla de Annobón y para su población.

Estos ochos hombres remaron a brazo partido contra viento y marea durante los siete días, alcanzando las costas de Gabón. Fueron recibidos por el presidente Omar Bongo y atendidos, cordialmente, por la comunidad internacional. El Presidente Macías Nguema, sorprendido por la hazaña de los annoboneses de cruzar con un cayuco todo el Atlántico para llegar a las costas gabonesas, pidió al Presidente Omar Bongo que los entregara a Guinea Ecuatorial. Afortunadamente, se negó esta petición. A juzgar por sus acciones, el dictador los hubiera asesinado nada más pisar tierra ecuatoguineana. Gracias a esta valiente travesía, la denuncia sobre el abandono y la discriminación que sufría el pueblo annobonés llegó a la Delegación de las Naciones Unidas y a todos los gobiernos del mundo.

Estos ocho hombres regresaron a la isla de Annobón cinco años más tarde, en 1980, con el denominado “Golpe a la libertad”, encabezado por Obiang Nguema, que poco después se convertiría en el nuevo Presidente de la República de Guinea Ecuatorial y en el más malo y longevo de la historia de la humanidad.

Bathó Obama – Neo-esclavitud

Neo-esclavitud y Migración Forzada

La petición de socorro de la población annobonesa que llegó a la comunidad internacional supuso una represión violenta e inhumana por parte del gobierno de Macías. En 1976, la consigna fue derramar ríos de sangre en la isla de Annobón. Feliciano Bathó Obama y los milicianos de Macías esclavizaron, torturaron y encarcelaron a los hombres annoboneses mayores de 15 años, no sin antes apropiarse de sus bienes y enseres.

Esto supuso la deportación y/o destierro forzoso de los hombres annoboneses a la isla de Fernando Poo (hoy Bioko) para trabajar como esclavos en las plantaciones de cacao y café, sin derecho alguno y a punta de pistola y de AK-47.

Annobón quedó desolado, no quedaba ni un solo hombre, salvo los niños menores de 15 años y algún que otro anciano. Muchos de aquellos hombres annoboneses deportados no sobrevivieron a los trabajos forzados y desaparecieron. Hasta la fecha, los gobiernos de la República de Guinea Ecuatorial no han dado ninguna explicación alguna sobre el

paradero de los restos de estos hombres. Las familias annobonesas quedaron huérfanas de padre y marido. De 1976 hasta 1979, no hubo ningún nacimiento en la isla de Annobón.

Por otro lado, sin hombres en la isla, los milicianos de Macías ejercieron graves abusos de poder, quemaron las cosechas, se apropiaron de todos los enseres y violaron a las mujeres y a las niñas (algunas incluso delante de sus familias a punta de pistola).

Muxê – Naufragios, Tragedias y Muertes

Muxê – Naufragios, Tragedias y Muertes

En el verano de 1978, la miseria y las necesidades obligaron a los pocos hombres jóvenes que quedaban en la isla a afrontar la cruda realidad y enfrentarse al destino. Desde el pueblo de Awal, pudieron divisar unas luces de los barcos pesqueros (Muxê) que faenaban en aguas annobonesas. Salieron desesperados en busca de ayuda y de artículos de primera necesidad y medicamentos. Ocho de los trece hombres murieron en el mar. Sólo sobrevivieron cinco. 

En diciembre del mismo año, tras dos años y medio sin aparecer, llegó el barco ecuatoguineano “Acacio Mañé Elá” a la isla de Annobón. Este barco era el único medio de comunicación que conectaba a la isla y a su población con la capital del país (y, por tanto, con el resto del mundo) y que abastecía el economato (tienda estatal) de artículos de primera necesidad. 

De la alegría y la esperanza de ver devueltos a los seres queridos, se pasó a la desolación al saber que muchos de aquellos hombres entre padres, maridos, hermanos e hijos, deportados a punta de pistola a las plantaciones de cacao y café de Malabo, por el Estado y por el régimen sanguinario de Guinea Ecuatorial, no habían sobrevivido a los trabajos forzados. 

Algunos de estos hombres sufrieron reumatismo, como consecuencia de las horas de pesca nocturna que debían de hacer para sobrevivir y evitar ser detectados por los soldados fang, quienes los detenían, saqueaban y sometían a vejaciones de todo tipo. No sin antes burlarse de ellos llamándolos, despectivamente, “muancuas”, es decir, “pececitos”, a la vez que se hacían con todo el producto de la pesca. Otros perecieron por las enfermedades causadas por las picaduras de los bichos en los húmedos bosques de la isla de Bioko o por mordeduras de serpientes, entre otras causas.

El buque nacional “Acacio Mañé Elá” llegó vacío para que cada annobonés que quisiera y pudiera enviar artículos de primera necesidad a sus familiares deportados; no sin antes pagar los impuestos revolucionarios exigidos al antojo de cualquier hombre uniformado fang. La llegada del barco no fue una ayuda estatal sino que supuso una nueva forma de saquear los humildes bolsillos de los nativos de la isla de Annobón, para poder subir sus materiales y objetos personales al buque y ayudar a sus hombres esclavizados en Bioko. 

Y, mientras, los barcos pesqueros de países extranjeros seguían faenando en las aguas annobonesas, con la complicidad del Estado y del gobierno de la República de Guinea Ecuatorial.

Regimen de Obiang Nguema
Cementerio de Residuos Nucleares

Annobón, un paraíso para el vertido de tóxicos: “Los barcos de la muerte”.

El 20 de junio de 1988, la revista londinense “West Africa” informaba de que el presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang Nguema Mbasogo,había firmado un contrato de diez años por valor de 1.600.000 dólares USA con la empresa británica UK Buckinghamshire. El objetivo de este contrato era convertir la isla de Annobón en un cementerio en el que enterrar diez millones de bidones de residuos tóxicos.

El periódico español “El País” publicó, el mismo 1988, el artículo “Annobón, un paraíso para el vertido de tóxicos” en el que informaba de la firma de un nuevo contrato por parte del gobierno ecuatoguineano. Esta vez, con una empresa norteamericana para hacerse cargo de 7 millones de toneladas de residuos nucleares. La prensa suiza también reprodujo noticias referentes a otro negocio de basura industrial que tenían entre manos Teodoro Obiang y la empresa neoyorkina Axim Consortium Groups. En ninguno de estos acuerdos se hablaba de plantas de seguridad para almacenarlos, de medios para verificar los contenidos de los barriles, o cual era el conocimiento de la incidencia de estos residuos en las personas y el medio ambiente.

Guinea Ecuatorial entró a formar parte del grupo de países africanos con Benín, Congo, Guinea Bissau, Gabón, Senegal, Nigeria, Zimbabue, Guinea Conakry y República Sudafricana, receptores de basuras tóxicas y peligrosas procedentes de los países desarrollados, sin importarles el alcance del daño que pudieran causar.

La Organización para la Unidad Africana (OUA) ha denunciado, en reiteradas ocasiones, que al menos diez países africanos han recibido desechos tóxicos y nucleares procedentes de países industriales de Occidente, entre ellos Guinea Ecuatorial. Todas estas publicaciones pusieron en estado de alerta a distintos organismos internacionales sobre las imprevisibles consecuencias de un tráfico pirata y masivo de desechos tóxicos hacia el Tercer Mundo.

Mas Hambruna y Aislamiento

Mas hambruna y aislamiento

El buque “Acacio Mañé Elá” a la vista es una metáfora de la esperanza del pueblo de Annobón puesta en el horizonte. También cuando las ballenas se aproximaban cada cierto tiempo a las costas isla provocaban una manifestación festiva.

Los hombres más fuertes del pueblo estaban siempre al acecho para salir al encuentro de los gigantes mamíferos a golpe de remo en ligeros cayucos, con el peligro que ello suponía para su pesca. Una ballena proporcionaba carne y aceite,un valioso botín para los pobladores de Annobón. La hazaña de la caza de las ballenas ha forjado las bases de la tradición y cultura annobonesas.

Una alegría similar se producía cuando,una vez al año o cada dos, llegaba el buque “Acacio Mañé Elá”, el único barco de Guinea Ecuatorial que se acercaba a Annobón (gracias a la cooperación China). Otro enlace de la isla con el resto de Guinea Ecuatorial eran los vuelos de “Aviocar”, de la cooperación española, que en caso de tener destacado a algún cooperante en Annobón, solían tener como destino la isla cada dos meses.

La maltrecha situación económica de los annoboneses obligó a focalizar los vuelos de Aviocar al transporte de medicinas. «La lepra y la tuberculosis tienen en Annobón los más altos porcentajes del mundo», afirmó Juan Savater, un médico español que trabajó en Annobón como cooperante.

Hoy en día una barcaza hace las veces de aquel buque “Acacio Mañe Elá”. Se trata de un viejo carguero para contenedores y mercancías (no para personas) que sirve de medio de transporte para hombres y mujeres que viajan desde Malabo a la isla de Annobón. La travesía dura 4 días, en los que se deben soportar unas condiciones pésimas, soportando un calor sofocante, sin comida, ni salubridad ni las condiciones higiénicas adecuadas (no hay acceso a duchas para el aseo diario). Los usuarios de esta barcaza deben hacer sus necesidades entre los contenedores y recoger sus excrementos en bolsas de plástico para arrojarlas al mar. Entre ratas, contenedores oxidados y la basura acumulada, intentan dormir hasta llegar por fin a Annobón.

En la actualidad, existen vuelos regulares hacia otros puntos del país.

Pedji

Neo-esclavitud y Migración Forzada

En 1993, surgió un movimiento popular (generalmente juvenil) del pueblo annobonés contra la tiranía del estado ecuatoguineano. El “Pedji” (revuelta) fue un movimiento social espontáneo, opuesto a la figura de poder, que se manifestó por las calles de Palé el 13 de agosto de 1993. Las tropas de Obiang respondieron a esta manifestación pacífica a tiros de pistola y murieron asesinados los jóvenes annoboneses: Manuel Villarrubia Napoleón y Simplicio Llorente Yayé.

Obiang Nguema no tuvo suficiente con estos asesinatos que mandó encarcelar en Bata a los “líderes de la revuelta”. Esto supuso, de nuevo, la esclavización, torturas y deportación forzosa y a punta de pistola, de casi todos los hombres de Annobón a las cárceles de la ciudad de Bata, en las que fueron encadenados, torturados y maniatados hasta extremos de difícil descripción.

Epidemia de disentería (Muco sanguinolenta)

Epidemia de disentería (Mocosanguinolento)

Como ocurrió en 1973 y 1974 con las epidemias de cólera y de sarampión, en 1995, los habitantes de Malabo y Bata (a excepción de Annobón) sufrían de una disentería, diarrea mucosanguinolenta, causada por una infección en el intestino por virus, parásitos y bacterias. Tiempo después, se comprobó que el origen del virus estaba en el agua, debido a la falta de controles sanitarios, si a esto sumamos que las instalaciones datan de la época colonial, se puede entender fácilmente lo ocurrido. De hecho, antes y durante la epidemia, era frecuente encontrar gusanos en el agua o sentir picores en la piel después de la ducha, siendo prueba de ello que muchas familias, sobre todo, jóvenes, andaban kilómetros hasta el “manantial sprim” y más tarde, al pozo instalado a unos metros del hospital general de Malabo, en busca de agua potable.

El Estado y el gobierno, conscientes de la desprotección sanitaria de la población en la isla de Annobón, envió un barco a la isla, sin ninguna medida ni control sanitario de protección. El virus de la disentería llegó a Annobón con los pasajeros del barco. Una diarrea aguda causó la muerte a más de un centenar de personas. De nuevo, el Estado y el gobierno de la República de Guinea Ecuatorial negó la asistencia sanitaria y ayuda humanitaria a Annobón.

Esta vez, la epidemia de cólera de los años 70, conllevó a que la sociedad annobonesa, se volviera más cuidadosa y precavida con las medidas de seguridad e higiene, sobre todo, en los ámbitos públicos. De ahí que la única fuente de suministro de agua potable que emanaba del río Matá-bôbô y, que data de 1949, su mantenimiento corría a cargo de D. Pedro Huesca Mariano, fontanero de profesión y funcionario del ayuntamiento. El señor Huesca tuvo un papel muy importante, tanto para erradicar los casos de disentería, como para que no hubiera más problemas relacionados con la contaminación del agua. Gracias a su implicación, hasta su muerte, aun a falta de equipamiento necesario, consiguió que en la isla hubiera agua las 24 h al día.